La región noroccidental de Pskov, golpeada en horas de la noche de este martes por drones ucranianos, es una de las principales bases de las fuerzas aerotransportadas rusas que participan activamente en la guerra de Ucrania.
Hasta ahora, los drones ucranianos sólo una vez habían llegado tan lejos en la retaguardia rusa, el pasado 19 de agosto al golpear un aeródromo en la vecina región de Nóvgorod, a 900 kilómetros de la frontera, 150 kilómetros más al norte que Pskov.
Hasta ahora, Kiev ha centrado sus ataques en las regiones fronterizas, la anexionada península de Crimea y la capital rusa, que está a unos 500 kilómetros de territorio ucraniano.
Además, Pskov, que es vecina de la región de Leningrado, comparte frontera con dos países miembros de la OTAN, Letonia y Estonia, además de Bielorrusia.
Según la inteligencia militar ucraniana (GUR), los drones destruyeron cuatro aviones de transporte Iliushin-76, pertenecientes al 334 regimiento de transporte militar.
Estos aparatos se encontraban estacionados en el aeródromo de Pskov cuando entre 10 y 20 aparatos no tripulados atacaron las instalaciones.
Los drones también alcanzaron un depósito de combustible, que ardió en llamas, incendio que ya ha sido sofocado, según las autoridades.
Según un periódico local de Pskov, Kiev también habría intentado golpear la base militar del 104 regimiento de las fuerzas aerotransportadas de asalto, que se encuentra cerca de la localidad de Cherioja.
Dicho regimiento participó en el conflicto que estalló en el Donbás en 2014, según Kiev y Occidente, y tuvo un papel muy preponderante en los primeros meses de la actual campaña militar rusa en Ucrania.
Los soldados de dicha unidad han sido acusados de participar en la matanza de Bucha, localidad al norte de Kiev donde se cometieron supuestamente en febrero y marzo de 2022 numerosos crímenes de guerra.
EFE