Estados Unidos y Ucrania han firmado el acuerdo que permitirá la explotación conjunta de minerales ucranianos. Este acuerdo es clave para el futuro de la guerra en Ucrania y las negociaciones impulsadas por Donald Trump para lograr un acuerdo de paz en ese país tras la invasión rusa.
«Este acuerdo demuestra claramente a Rusia que la Administración Trump está comprometida con un proceso de paz centrado en una Ucrania libre, soberana y próspera a largo plazo», dijo en el comunicado tras la firma el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
También dijo que esta alianza «demuestra el compromiso de ambas partes con la paz y la prosperidad duraderas en Ucrania». «Y, para que quede claro, ningún estado ni persona que financió o suministró a la maquinaria bélica rusa podrá beneficiarse de la reconstrucción de Ucrania», concluyó.
Qué tiene Ucrania que tanto le interesa a EEUU
En el subsuelo de Ucrania hay unos 10.000 yacimientos con 95 tipos de minerales distintos con valor comercial, según el inventario de Reservas Minerales de Ucrania. Antes de la guerra estaban en producción 3.055 yacimientos.
En total, incluyendo los que no se explotan, Ucrania tiene el 5% de los recursos minerales del mundo y ocupa el puesto número 40 entre los productores de minerales en todas las categorías, según la edición de 2024 de World Mining Data.
Asimismo se sitúa como un proveedor potencial clave de minerales como titanio, litio, berilio, manganeso, galio, uranio, circonio, grafito, apatita, fluorita y níquel, según los datos del Centro de Seguridad Energética de la OTAN.
Todos ellos desempeñan un papel clave en la fabricación de una amplia variedad de productos tecnológicos, desde semiconductores para sistemas de defensa hasta paneles solares y baterías para vehículos eléctricos.
De acuerdo con la Cámara de Comercio de EEUU y la Kiev School of Economics, las regiones ocupadas de Ucrania contienen el 42% de los metales del país, el 33% de sus tierras raras, el 63% de los depósitos de carbón o el 20% de los yacimientos de gas.
El valor de los minerales situados en las partes de Ucrania ocupadas por Rusia es de, al menos, 12,4 billones de dólares, cantidad que supone casi el 50 % del valor de todas las reservas de Ucrania.
Los expertos prevén que la demanda de litio aumente las próximas décadas más de cuarenta veces, y la de grafito, cobalto y níquel suba más de veinte veces.
El país también cuenta con grandes reservas de otros minerales, como el hierro y el manganeso de alta calidad, que son fundamentales para la producción de acero ecológico, e importantes depósitos de metales no ferrosos como cobre (cuarto de Europa), plomo (quinto), zinc (sexto) y plata (noveno) en Europa.
EEUU, interesado en reducir la dependencia de China
Las reservas minerales de Ucrania son relevantes para que EEUU y otros países del G7 reduzcan su dependencia de China, pero esto no ocurrirá a corto o medio plazo debido a las condiciones logísticas sobre el terreno, afirma un estudio publicado esta semana por la entidad financiera Unicredit.
Además, se tarda una media de 18 años en desarrollar una mina y cuesta 500 millones de dólares construirla y 1.000 millones de dólares poner en pie una planta de separación; y hay que tener en cuenta que la guerra ha reducido sustancialmente la fuerza laboral en Ucrania.
China es actualmente el productor líder de 33 de los 51 recursos minerales vitales para la economía del siglo XXI, que representan con frecuencia más del 50 % de la producción global. Asimismo controla el 75 % de las reservas de tierras raras en el mundo.
La dependencia de estos minerales se hizo evidente cuando el Gobierno chino decidió parar las exportaciones de algunas tierras raras a EEUU en respuesta a los aranceles, según UniCredit.
El gigante asiático es además el mayor comprador de estos materiales y se encarga del 70 % de la producción mundial.
La dependencia de EEUU de China es mayor que la de la Unión Europea (UE), según el Servicio Geológico de EEUU.
El 72 % de las importaciones de tierras raras de EEUU procede de China, 11 % de Malasia, 6 % de Japón y el resto de otros países. EFE