El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que su país dejará de bombardear a los rebeldes hutíes del Yemen porque, según dijo, estos han decidido «capitular» y frenar sus ataques en el mar Rojo.
El republicano hizo estas declaraciones durante una reunión en el Despacho Oval de la Casa Blanca con el primer ministro canadiense, Mark Carney, el mismo día en el que Estados Unidos e Israel atacó varios puntos de la capital yemení en una operación contra los hutíes.
«Los hutíes han anunciado que no se encuentran bien; al menos nos han anunciado que ya no quieren luchar. Simplemente no quieren luchar. Y cumpliremos con la promesa y detendremos los bombardeos», explicó.
«Han capitulado, pero lo más importante es que les tomaremos la palabra. Dicen que ya no volarán barcos, y ese era el propósito de lo que hacíamos», declaró.
Trump recordó que Estados Unidos emprendió una campaña de bombardeos contra los hutíes porque este grupo, catalogado como terrorista por Estados Unidos, estaba «derribando a muchos barcos» en el mar Rojo.
Al menos tres personas murieron y 38 resultaron heridas en varios bombardeos israelíes y estadounidenses contra diferentes puntos de Saná, la capital del Yemen, entre los que se encuentran el aeropuerto y una fábrica de cemento.
Sin embargo, el Gobierno de los hutíes en Saná aseguró este martes que el «apoyo del Yemen a Palestina no cesará» y que continuarán las operaciones militares contra buques en el mar Rojo que comenzaron en 2023 en respuesta a la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza.
La pasada Administración estadounidense de Joe Biden (2021-2025) inició hace mas de un año una campaña de bombardeos contra los hutíes en represalia por sus ataques, pero esta operación se intensificó el pasado 15 de marzo por orden de Trump. EFE