Al menos 320 migrantes, en su mayoría venezolanos, que pernoctaban hacinados en estaciones de un servicio de transporte inactivo en Tegucigalpa, la capital de Honduras, fueron llevados este viernes a la frontera con Guatemala para que sigan en su ruta de llegar a Estados Unidos.
Los migrantes, entre los que figuran muchos niños, fueron trasladados en siete autobuses como parte de una operación de la Policía Nacional, informó a periodistas un oficial de la institución.
Agregó que los autobuses salieron en horas de la tarde y que estarían llegando al punto fronterizo de Agua Caliente, departamento de Ocotepeque, a primeras horas del sábado.
Algunos de los migrantes llevaban más de una semana de estar pernoctando en las estaciones del Trans 450, un sistema de servicio público para la capital hondureña, concebido en 2008, que nunca funcionó porque no llegaron los autobuses. Las estaciones no cuentan con energía eléctrica, ni agua.
Pese a que los 320 extranjeros, entre los que también había unos pocos colombianos, ecuatorianos y haitianos fueron llevados a la frontera con Guatemala, al menos las cuatro de las estaciones del Trans 450 que ocupaban se convirtieron en albergue para nuevos migrantes que llegaron hoy a Tegucigalpa.
El miércoles, una de los migrantes venezolanas, Andreína Martínez, que llevaba 42 días en una de las estaciones, dijo a EFE que es natural de Valencia, estado de Carabobo, y que su único compañero de viaje «es Dios, que me concedió este grupo y me he unido para no caminar sola».
Martínez afirmó que abandonó su país «cuando empezó la crisis económica» y que lleva nueve años viviendo fuera de Venezuela, cuatro en Colombia y cinco en Perú.
En Venezuela «trabajaba en un lavadero, ganaba una miseria, siete dólares semanales que solo alcanzaban para comer un día», enfatizó Martínez, para quien su sueño también es llegar a Estados Unidos.
Dijo además que toda su familia está en Venezuela, pero que una hermana mayor «salió el domingo desde Medellín para hacer la misma travesía», pero que no la esperaría en Honduras.
El flujo de migrantes venezolanos que cruzan por Honduras se ha incrementado en 2023, según registros de fuentes oficiales.
Entre enero y los primeros diez días de noviembre al menos 462.014 migrantes, entre venezolanos, colombianos, ecuatorianos, haitianos, africanos y asiáticos, cruzaron por el territorio hondureño, según el estatal Comisionado Nacional para los Derechos Humanos en Honduras (Conadeh).
El objetivo de los migrantes es llegar a Estados Unidos.
EFE