La candidata derechista, Marine Le Pen, admitió su derrota en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, pero consideró que obtuvo un buen resultado que le da impulso para desafiar al oficialismo en las elecciones legislativas de junio.
«En esta derrota de todas manera siento esperanza. Los franceses manifiestan hoy el deseo de un contrapoder fuerte frente al señor Macron», dijo.
«Seguiré mi compromiso con los franceses», afirmó, al pronosticar una recomposición de las fuerzas políticas en Francia.
«Todavía la partida no se ha terminado, porque pronto tendremos las elecciones legislativas«, sostuvo, y anunció que encabezará lo que calificó como «la gran batalla de las legislativas».
«El resultado histórico de esta noche nos plantea las mejores condiciones para continuar nuestra lucha», expresó.