Croacia ha sufrido dos terremotos letales este 2020. En el primero, el pasado marzo, la pandemia evitó paradójicamente males mayores (solo murió una persona), ya que apenas había gente en las calles de Zagreb a primera hora de la mañana de un domingo en pleno confinamiento por el coronavirus.
El de este martes, con epicentro en la ciudad de Petrinja, unos 50 kilómetros al sur de la capital, ha sido más intenso (6,4 de magnitud) y ha causado al menos la muerte de seis personas (entre ellas una niña), más de veinte heridos, y dejado ―en palabras del alcalde de Petrinja, Darinko Dumbovic― “media ciudad destrozada”.
Cinco varones han perecido en la localidad de Glina, ubicada cerca de Petrinja, y una niña de 12 años en Petrinja, ha señalado el Ministerio del Interior. “No tenemos más información sobre víctimas”, ha indicado el primer ministro croata, Andrej Plenkovic, en el lugar del suceso, al que se ha desplazado de urgencia. “El Ejército está aquí para ayudar. Tendremos que evacuar algunas personas de Petrinja porque no es seguro estar aquí”, ha agregado.
Hablan las autoridades
“Estamos viendo fracturas, conmociones cerebrales y hemos tenido que operar a algunos”, señala Tomislav Fabijanic, responsable de los servicios médicos de emergencia en Sisak, Petrinja. Los pacientes con covid y otros internados en el hospital psiquiátrico serán trasladados a otras ciudades para hacer sitio a las víctimas del terremoto, ha asegurado el ministro de Sanidad, Vili Beros. Las autoridades han anulado de forma excepcional las limitaciones de desplazamiento entre condados instauradas con motivo de la pandemia.
Las televisiones locales muestran imágenes de techos derrumbados y rescates por parte de bomberos y voluntarios en Petrinja. También calles llenas de ladrillos, tejas y piedras, así como coches aparcados aplastados por la caída de escombros. La ciudad tiene cerca de 25.000 habitantes.
El terremoto
Ocurrido a las 12.19 hora local, el sismo también se ha sentido notablemente en Zagreb, donde la gente salió a la calle. Movidas por el pánico, varias personas han intentado abandonar la capital, lo que ha generado atascos en las salidas.
El terremoto, que tuvo dos réplicas de magnitud superior a 4, se sintió en todo el país. También en otros 11 de los Balcanes y Centroeuropa (llegó hasta Viena), según la agencia oficial croata Hina. La vecina Eslovenia ha cerrado de manera preventiva su única planta nuclear.