Suiza solicitó formalmente al Gobierno de Colombia y a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) ser acompañante de los diálogos de paz que están teniendo lugar en Caracas, después de la invitación realizada por las dos delegaciones a varios países.
«Hoy, el Gobierno de Colombia y el ELN han solicitado acompañar formalmente el diálogo de paz entre ambas partes», informó la embajada de Suiza en sus redes sociales.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del país europeo, según la embajada, «acepta esta invitación y agradece a ambas partes su confianza: una señal de reconocimiento del compromiso de larga data de Suiza por la paz en Colombia».
Este viernes, en comunicado que fue leído por representantes de Venezuela y Noruega, países garantes de las conversaciones, las partes manifiestan su intención de invitar a Chile, Brasil y México como países garantes y a Alemania, Suecia, Suiza y España para que «consideren su participación como acompañantes».
Asimismo, acordaron «adelantar acciones diplomáticas con el Gobierno de Estados Unidos para conocer su disposición a participar en este proceso mediante un enviado especial a la mesa de diálogo».
Varios de estos países, como México, donde el presidente de Colombia, Gustavo Petro, está de visita, ya ha aceptado la invitación y también España, a través del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se mostró «a disposición» de Colombia para «acompañarla» en su proceso de paz.
Estados Unidos, por su parte, subrayó este sábado su apoyo al Ejecutivo colombiano en su voluntad de construir «una Colombia fuerte en paz», pero no especificó si acepta la invitación a participar en el diálogo mediante un enviado especial.
«Estamos con el Gobierno y el pueblo colombianos en su rechazo al terrorismo y en su determinación de construir una Colombia fuerte en paz», indicó a EFE un portavoz del Departamento de Estado.
Las negociaciones, que se reanudaron el lunes en Caracas tras cuatro años congeladas, se desarrollaron esta semana «en un ambiente de confianza y optimismo» y con el acompañamiento de un representante de Naciones Unidas y de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Con información de EFE