Las solicitudes de asilo ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) cayeron un 37,34% anual en el primer trimestre de 2024, lo que representa un alivio para los migrantes varados en la frontera sur de México.
La Comar recibió 23.753 peticiones de enero a marzo pasados, 14.153 menos que la cifra récord de 37.906 del mismo periodo de 2023.
El principal país de origen fue Honduras, con 10.376, seguido de Cuba (5.152), Haití (1.982), El Salvador (1.732), Venezuela (1.314), Guatemala (1.309), Colombia (624), Nicaragua (301), Ecuador (183) y Angola (150).
Los datos muestran una tendencia a la baja tras el récord de casi 141.000 solicitudes en 2023, cuando se elevaron un 18,2 % en medio del flujo migratorio inédito de la región.
Una esperanza para la frontera sur
En Tapachula, ciudad fronteriza de México con Guatemala que recibe casi dos de cada tres peticiones de asilo a nivel nacional (15.092), la tendencia a la baja es una esperanza para migrantes que llevan meses en espera de su trámite.
Migrantes dijeron que ahora perciben un mejor servicio de la Comar a pesar del escaso personal.
La disminución de las solicitudes de asilo coincide con un decremento de casi 55% en los últimos tres meses de los migrantes detectados en la frontera de México con Estados Unidos, según reportó el presidente Andrés Manuel López Obrador en marzo pasado.
Piden agilizar la atención
Óscar de la Olla, un comerciante mexicano que tiene un negocio frente a las oficinas de la Comar, consideró que ha mejorado la atención hacia los migrantes, pero pidió a las autoridades mexicanas agilizar el trámite porque las personas requieren ayuda.
“Si nos ponemos del lado humanitario, todos tenemos necesidades y la migración de ellos es una necesidad, llevan el tiempo que es y cumplen con sus horarios, pero a lo mejor allá dentro el trámite es lento», opinó.
En el perímetro de la Comar se mantienen decenas de vallas metálicas con efectivos de la Guardia Nacional para proteger la seguridad de las personas y evitar disturbios.
Aún así, De la Olla cree que la «Comar necesita más gente que trabaje, necesita apoyo y ayuda para poder atender a las personas, hay regaderas, sanitarios, está más limpio y no se ven abusos».
Con información de EFE