Rusia justificó este jueves el brutal ataque que arrasó con un hospital materno infantil en la ciudad de Mariupol, donde al menos murieron tres personas, una de ellas una pequeña menor de edad.
El encargado de defender la decisión del bombardeo contra el centro de salud correspondió al ministro de Relaciones Exteriores del Kremlin, Sergei Lavrov quien dijo que se trataba de una base de nacionalistas ucranianos que figuran entre los objetivos militares de las tropas invasoras.
El jefe de la diplomacia rusa dijo: “Este hospital pediátrico fue retomado hace tiempo por el batallón de Azov y otros radicales, y todas las mujeres que iban a dar a luz, todas las enfermeras y todo el personal de apoyo habían sido expulsados”, dijo Lavrov tras las conversaciones en Turquía con su homólogo ucraniano para intentar explicar los supuestos motivos que justificaron el ataque contra el hospital que indignó al mundo y podría constituir otro crimen de guerra.
Tres personas, entre ellas una niña, murieron en el bombardeo ruso a un hospital pediátrico en Mariúpol (sureste) el miércoles, informó el jueves el ayuntamiento de esta ciudad portuaria. “Tres personas murieron, entre ellas una niña”, indicó la alcaldía en un comunicado emitido por su perfil de Telegram. Un anterior balance de las autoridades publicado la víspera daba cuenta de 17 personas heridas.