Nuevos videos del interior de la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) de México en la fronteriza Ciudad Juárez evidencian negligencias de los funcionarios a cargo durante la noche del 27 de marzo, cuando murieron 40 migrantes en un incendio.
Cuando se cumple un mes de una de las mayores tragedias migratorias de los últimos años en México, medios de comunicación filtraron 16 minutos y 25 segundos de imágenes que muestran el mal trato que recibieron los migrantes en la instalación gubernamental y la ausencia de reacción de los agentes cuando se desató el fuego, publica la agencia EFE.
Las primeras imágenes muestran a decenas de migrantes caminando por un pasillo del centro de detención, todos ellos esposados, menos uno. Aunque no se aprecia que sean esposas convencionales, van amarrados y con las manos en la espalda.
A las 12.26 hora local, cuando todavía quedaban varias horas para que se desatara el mortal incendio, se observa el interior de la celda masculina, en la que cerca de 50 hombres se encuentran hacinados y tirados en colchonetas de colores.
Al otro lado de los barrotes, un grupo de funcionarios observa la escena, otros hablan con unos pocos migrantes apostados sobre la verja. Varios extranjeros más entran en el recinto, pero ninguno sale.
De acuerdo con el relato oficial, e impulsado por el estado en el que estaban, sin agua ni alimentos, los migrantes iniciaron una protesta al enterarse de que serían deportados.
A las 20.37 hora local, tras unas últimas discusiones con los funcionarios, las rejas están completamente cubiertas por los colchones de colores, y cuatro minutos después las cámaras tan solo registran una humareda.
No vuelve a haber rastro de los funcionarios, que salieron corriendo, ni de los migrantes, inundados por la humo y el fuego.
También hay imágenes de una habitación con literas en la que se encontraban recluidas una decena de mujeres, que al percatarse del fuego huyen despavoridas. Ninguna de ellas murió en el suceso.
Mientras en el interior se consumaba la tragedia, imágenes del acceso de entrada a la estación migratoria muestran un trasiego de funcionarios y agentes de seguridad, entre ellos varios miembros de la Marina. Los pocos que entran, salen en cuestión de segundos.