Salvador Nasralla, uno de los tres vicepresidentes de Honduras, renunció este miércoles a su cargo ante el Parlamento, por sus aspiraciones a buscar la presidencia del país en las elecciones generales de noviembre de 2025.
«Renuncio al cargo, pero continúo mi lucha junto al pueblo hondureño para recuperar a Honduras de la corrupción y la pobreza en que se encuentra sumida», indicó Nasralla a periodistas luego de presentar su renuncia, la que para ser aprobada necesita de al menos 65 de los 128 diputados que integran el Parlamento.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, pidió en marzo pasado a sus más cercanos colaboradores que tienen aspiraciones a cargos de elección popular en los comicios generales de 2025, que renunciaran a sus puestos en la primera semana de abril.
Nasralla, un reconocido presentador deportivo de un canal de televisión de Tegucigalpa, fue electo designado presidencial en los comicios de noviembre de 2021, como parte de una alianza solo en la fórmula para presidente, entre su Partido Salvador de Honduras (PSH), y el Libertad y Refundación (Libre), al frente de Xiomara Castro, la actual mandataria del país centroamericano.
Las relaciones entre Nasralla y Castro se agrietaron pocos meses después de que la presidenta asumió el poder el 27 de enero de 2022, y luego de la alianza que tuvo como objetivo poner fin a doce años en el poder del ahora opositor Partido Nacional.
Nasarlla aduce que Castro, y su esposo, el expresidente del país y ahora asesor de la presidenta, Manuel Zelaya (2006–2009), no cumplieron con el acuerdo de gobernar juntos, y desde 2023 venía anunciando que renunciaría como designado presidencial.
Según Nasralla, en las elecciones generales de 2013 y 2017 él fue el ganador, pero se las «robó» Juan Orlando Hernández (2014-2018 y 2018-2022), del Partido Nacional, quien en abril de 2022 fue extraditado a EE.UU., donde en marzo pasado fue hallado culpable en un juicio en Nueva York por narcotráfico.
El pleno del Parlamento hondureño conocerá este miércoles sobre la renuncia de Nasralla, quien considera que su país es víctima de la pobreza por la alta corrupción que ha imperado desde el siglo pasado. EFE