El régimen de Nicolás Maduro comenzará a vender a partir de enero 2024 electricidad a Brasil, mientras el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos informó el pasado mes de noviembre que el 54,7 % de los venezolanos sufre fallas eléctricas a diario, lo que representa fluctuaciones e interrupciones que persisten en el suministro eléctrico nacional.
La medida espera reducir los costos de energía para los consumidores en el estado brasileño de Roraima, en tanto el 76,7 % de los venezolanos, sobre todo en el occidente, califica de manera negativa la calidad del servicio eléctrico.
El gobierno brasileño autorizó a finales del mes pasado a Ambar, una empresa comercializadora de energía, a importar electricidad generada por la planta hidroeléctrica de Guri en Venezuela, en un proceso que debería comenzar pronto, según Ambar.
Brasil dejó de comprar energía a su vecino en 2019 después de que las relaciones entre los países se deterioraran durante el gobierno del expresidente brasileño Jair Bolsonaro. Desde entonces utilizan electricidad procedente de costosas plantas alimentadas con diésel.