El Ejército del dictador sirio, Bashar Al Assad, confirmó este sábado que los rebeldes sirios se han hecho con el control de «gran parte» de Alepo, en el norte de Siria, donde las tropas regulares han sufrido «decenas» de bajas y se han retirado de forma «temporal» a la espera de refuerzos para contraatacar.
«El gran número de terroristas y los múltiples frentes de combate llevaron a nuestras Fuerzas Armadas a efectuar una operación de redespliegue destinada a fortalecer las líneas de defensa para absorber el ataque, preservar vidas civiles y de soldados y prepararse para un contraataque», dijo el Ejército de Al Assad en un comunicado.
Hace cuatro días, la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante -antiguo Frente al Nusra- y facciones respaldadas por Turquía lanzaron una ofensiva «masiva» contra diferentes puntos de la provincia de Alepo y de Idlib, considerado el último bastión opositor en Siria.
Según las Fuerzas Armadas sirias, los rebeldes cuentan con «armas pesadas y un gran número de drones«, mientras que afirmaron que en los últimos días el Ejército se ha enfrentado con ellos «a lo largo de una franja de más de 100 kilómetros para detener su avance».
«Durante los combates, decenas de hombres de nuestras Fuerzas Armadas murieron y otros resultaron heridos», reconoció el Ejército de Al Assad, que también confirmó que el «continuo flujo» de combatientes rebeldes ha provocado que «puedan entrar en las últimas horas en gran parte de los barrios de la ciudad de Alepo».
Imágenes que circularon a través de redes sociales mostraron celebraciones de los rebeldes tras lograr tomar control de Alepo, donde derribaron la icónica estatua de Bassel al-Assad, hermano mayor del actual dictador sirio, y destrozaron un busto de su padre, el exdictador Hafez al-Assad, que se encontraba en el Palacio del Gobernador en Alepo.
La ofensiva se produce en un momento en el que Turquía busca restablecer relaciones con Damasco, aunque el régimen del dictador Bashar Al Assad afirma que Ankara debe retirar sus tropas del norte de Siria y dejar de apoyar a grupos opositores para avanzar hacia la normalización de lazos, rotos desde el inicio de la guerra civil siria hace 13 años.
Esta operación comenzó el mismo día de la entrada en vigor de la tregua en el Líbano y tras los duros golpes infligidos por Israel al grupo terrorista Hezbollah tanto en ese país como en Siria, donde el movimiento armado mantiene una amplia presencia y es uno de los principales aliados del régimen de Al Assad.
Con información de EFE