El paso de Rafah, que conecta Gaza con Egipto, reabrió este domingo, permitiendo nuevamente la salida de extranjeros y palestinos con doble pasaporte desde la Franja palestino, interrumpida durante los últimos dos días.
La Autoridad de Cruces y Fronteras de Gaza anunció anoche la reapertura del paso para extranjeros y palestinos con doble nacionalidad.
Fuentes del cruce de Rafah confirmaron este domingo que se ha reanudado el paso de extranjeros a Egipto, entre los que se incluyen rusos.
Hasta el momento no se ha precisado el número de ciudadanos con nacionalidad rusa que han atravesado el cruce ni tampoco se ha apuntado si habrá más extranjeros que cruzarán.
La cadena de televisión egipcia Al Qahera News confirmó que un grupo de ciudadanos con doble nacionalidad han llegado al paso de Rafah, sin dar más detalles, y anunció que también fueron evacuados al menos siete palestinos heridos.
Estas nuevas evacuaciones llegan tras dos días consecutivos en los que el cruce permaneció cerrado para la salida de personas, mientras que sí se permitió el viernes la entrada de camiones con ayuda humanitaria a Gaza.
Según diferentes fuentes, más de 1.400 extranjeros y palestinos con doble nacionalidad han sido evacuados desde que Rafah se abrió para este tipo de tránsito el pasado 1 de noviembre.
Por otra parte, este domingo, según indicaron a EFE fuentes humanitarias, al menos 53 camiones con ayuda han atravesado el lado egipcio de Rafah en camino a Gaza.
Estos se suman a los más de 800 camiones que, según diferentes estimaciones, han entrado a la Franja desde que Israel autorizó su ingreso el 21 de octubre.
Según cifras difundidas hoy por el COGAT, un organismo israelí que controla los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados, 14.320 toneladas de ayuda humanitaria a Gaza desde el comienzo de la guerra.
Organizaciones humanitarias denuncian sin embargo que la ayuda que ha entrado hasta el momento es insuficiente y la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) ha alertado de que esta representa «una gota en el océano de necesidades» de la población gazatí.
EFE