La principal cárcel de Paraguay continuaba este miércoles bajo control de los reclusos, que mantenían a 22 personas, entre ellos el director de ese centro de reclusión y un grupo de guardias, como «garantes» para llegar a un acuerdo por escrito con el Gobierno.
«Todo está tranquilo, todos estamos bien». declaró al canal C9N el director de la penitenciaría de Tacumbú, Luis Esquivel, quien ya completa más de 15 horas en el interior de ese establecimiento junto a otros 21 guardias.
El funcionario aseguró que dentro de la cárcel «a nadie se le maltrata, no hay violencia».
En concreto, afirmó el funcionario, los internos piden que se firme un acuerdo en el que se les brinden «garantías».
«No estamos como rehenes, estamos acá como garantes, somos garantes de que el Estado va a cumplir», agregó.
En un video difundido por medios locales y grabado en el interior de Tacumbú un guardia solicitó la presencia del ministro de Justicia, Ángel Barchini.
Detalló que los reos reclaman que se reabra la penitenciaría para el ingreso de nuevo internos, que no haya represalias y que se firme un documento donde se garantice que no va a entrar la fuerza pública.
«Necesitamos al ministro, desde ayer que nos tiene abandonados», agregó el funcionario, vestido con el uniforme de los guardias carcelarios y quien aparecía junto a varios de sus colegas y el director del penal.
Según un informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), que cita datos del Ministerio de Justicia, Tacumbú contaba al 31 de mayo pasado con una población de 2.856 reos, pese a tener capacidad para albergar 1.530 reclusos.
Poco antes de la medianoche de este miércoles, el viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, había anunciado el retorno de la tranquilidad a Tacumbú y anticipó que se restablecería el servicio de energía eléctrica.
Horas antes, los reclusos habían prendieron fuego y arrojaron piedras y otros objetos desde el techo de la cárcel, para exigir la presencia de Barchini.
Los internos habían convocado a la prensa para difundir un video como prueba de vida de un policía que se fugó de esa cárcel el pasado 28 de septiembre.
Barchini advirtió el 2 de octubre durante un consejo de ministros encabezado por el presidente del país, Santiago Peña, de que el policía pudo haber sido secuestrado y asesinado en esa penitenciaría por el Clan Rotela, una organización que las autoridades vinculan con el narcotráfico en el país.
Al hacer un balance de la situación, el ministro del Interior, Enrique Riera, dijo a periodistas en la noche del miércoles que dos policías resultaron heridos por balas «presumiblemente» procedentes del exterior de Tacumbú.
Además, informó de nueve personas arrestadas, sin precisar nombres u otros detalles.
Fuentes del Gobierno identificaron a los policías heridos como Hugo Marín, de la comisaría quinta metropolitana, quien sufrió heridas por arma de fuego en el pie, y el inspector Emil Soria, que presentó una herida de bala en el muslo izquierdo.
David Torales, director del hospital policial Rigoberto Caballero, informó al canal ABC TV que los uniformados «están en buenas condiciones» e indicó que las heridas «no revisten gravedad».
Detalló que el comisario, que fue sometido a una intervención quirúrgica para retirar balines de goma del pie, resultó herido «por accidente», al parecer «por su propia arma». EFE