Mientras las tropas rusas violaban el frágil alto al fuego provisorio y las posibilidad de éxito en el diálogo entre Moscú y Kiev parecían desintegrarse, se conoció un sorpresivo viaje a Moscú del primer ministro israelí Naftali Bennett.
La travesía sorprendió porque el premier viajó un sábado, durante el shabat judío, el día de descanso donde -salvo cuestiones extraordinarias- no se viaja. Por lo que la transgresión a la norma parece indicar que el premier tiene algo importante entre manos.
Se sabe que Bennet comunicó el viernes pasado a la Casa Blanca que viajaría para tener una reunió privada con Putin. La cita duró tres horas y sucedió en el Kremlin. Una vez finalizada, el premir israelí habló por Teléfono con Zelinsky y partió a Berlín, a encontrarse con el canciller Olaf Scholz. Se espera que en las próximas se difunda una posible hoja de ruta con la mediación israelí.
Días atrás el aleman estuvo en territorio israelí, por lo que los medios locales especulan con que Bennett y Scholz planificaron juntos este intento de mediación.
Israel está en una posición ideal para ofrecer sus servicios de mediación: es probablemente el único país con buenos vínculos y canales de comunicación abiertos tanto con Moscú como con Kiev. Y con más de un millón de ciudadanos israelíes nacidos en Rusia o Ucrania, Israel cuenta con muchos altos funcionarios y asesores que entienden bien los problemas. Uno de ellos es el ministro de Construcción y Vivienda, Zeev Elkin, que ha servido de traductor en pasadas reuniones entre Putin y los primeros ministros israelíes, y que nació en Jarkov, la ciudad actualmente sometida a un intenso bombardeo ruso. Elkin aún tiene familia viviendo allí.
Junto con Bennett, de hecho, viajó Elkin Elkin. También lo acompañaron su asesor de Seguridad Nacional, Eyal Hulata; su asesor diplomático, Shimrit Meir; y su portavoz, Matan Sidi.
La visita de Naftali Bennett es la primera de un dirigente extranjero relacionado con la invasión rusa de Ucrania. El primer ministro pakistaní, Imran Khan, estuvo en Rusia al día siguiente de la invasión, pero su visita estaba prevista desde hace tiempo.
Vía INFOBAE