El papa León XIV renovó este domingo su llamado a la paz al finalizar el rezo del ángelus en Castel Gandolfo, donde pidió que las negociaciones internacionales “tengan buen éxito” y que se priorice el bien común de los pueblos. Desde la residencia pontificia, donde pasa unos días de descanso, instó a redoblar los esfuerzos para detener los conflictos en curso.
El pontífice recordó que ya había exhortado días atrás, antes del encuentro entre Donald Trump y Vladímir Putin en Alaska, a favorecer el diálogo y la vía diplomática frente a la violencia, y pidió un alto al fuego en Ucrania. También expresó su profunda preocupación por la crisis humanitaria en Gaza y la deportación de civiles.
Tras la oración, León XIV compartió un almuerzo con un centenar de personas en el “Borgo Laudato si’’, un espacio de los jardines vaticanos en Castel Gandolfo dedicado a proyectos de biodiversidad. Allí lo acompañaron migrantes, ancianos y familias en situación de vulnerabilidad asistidas por Cáritas de Albano Laziale.
En un breve discurso antes de la comida, el papa destacó que “la criatura más hermosa es la creada a semejanza de Dios” y afirmó que la reunión simbolizaba fraternidad y comunión. El menú incluyó platos tradicionales italianos y un postre especial elaborado para la ocasión.
León XIV reafirmó además que la Iglesia es una comunidad de los pobres y para los pobres. “Derribemos los muros. Dejemos entrar al Señor en los pobres, y entonces haremos paz también con nuestra pobreza”, concluyó. Su jornada en Castel Gandolfo estuvo marcada por un mismo mensaje: la paz se construye tanto en las mesas de negociación como en la mesa compartida con los más vulnerables.
Con información de EFE