El papa Francisco descartó las informaciones que apuntan a que planea dimitir en un futuro próximo, afirmando que está en camino de visitar Canadá este mes y que espera poder ir a Moscú y Kiev lo antes posible después.
En una entrevista exclusiva en su residencia vaticana, Francisco también desmintió los rumores de que tenía cáncer, bromeando que sus médicos “no me dijeron nada al respecto”, y por primera vez dio detalles de la afección de la rodilla que le ha impedido desempeñar algunas funciones, publicó Infobae.
Los medios de comunicación han rumoreado que una conjunción de eventos a finales de agosto, incluyendo reuniones con los cardenales del mundo para discutir una nueva constitución del Vaticano, una ceremonia para inducir nuevos cardenales y una visita a la ciudad italiana de L’Aquila, podría presagiar un anuncio de renuncia.
“Todas estas coincidencias hicieron que algunos pensaran que la misma ‘liturgia’ ocurriría”, dijo. “Pero nunca se me pasó por la cabeza. De momento, no, de momento, no. De verdad”.
Sin embargo, Francisco repitió su posición, tantas veces manifestada, de que podría dimitir algún día si el deterioro de su salud le imposibilitara dirigir la Iglesia, algo casi impensable antes de Benedicto XVI. Cuando se le preguntó cuándo creía que podría ocurrir, dijo: “No lo sabemos. Dios lo dirá”.
¡Sigo vivo!
Francisco utilizó un bastón al entrar en una sala de recepción en la planta baja de la casa de huéspedes de Santa Marta donde ha vivido desde su elección en 2013, evitando el apartamento papal en el Palacio Apostólico utilizado por sus predecesores.
Al preguntarle cómo estaba, el Papa bromeó: “¡Sigo vivo!”.
Dio detalles de su lesión por primera vez en público, diciendo que había sufrido “una pequeña fractura” en la rodilla cuando dio un paso en falso mientras un ligamento estaba inflamado.
“Estoy bien, poco a poco voy mejorando”, dijo, añadiendo que la zona de la fractura estaba mejorando, ayudada por la terapia con láser e imanes.
Francisco también desestimó los rumores que se le hubiera detectado un cáncer hace un año, cuando se sometió a una operación de seis horas para extirparle parte del colon a causa de una diverticulitis, una afección común en las personas mayores.
“(La operación) fue un gran éxito”, dijo, añadiendo entre risas que “no me dijeron nada” sobre el supuesto cáncer, que descartó como “chismes de palacio”.
Pero dijo que no quería operarse la rodilla porque la anestesia general de la operación del año pasado había tenido efectos secundarios negativos.
Por Philip Pullella / Agencia Reuters