Panamá registra picos históricos en la llegada de migrantes que buscan ir hacia Estados Unidos, la gran mayoría venezolanos, que cruzan el Darién, sin embargo hace días la Administración Biden anunció una nueva política que expulsa a los nacionales de Venezuela que ingresen por la frontera terrestre con México o que hayan llegado de forma irregular al país centroamericano, lo que les está obligando a desistir de la ruta y en algunas casos a optar por un proceso de devolución voluntario, por lo que el Gobierno panameño pide a EEUU asistencia para cubrir estos gastos.
La nuevas restricciones de Estados Unidos provocó que migrantes se devuelvan a Colombia cuando aún no se han adentrado en la selva, según testimonios de ellos mismos, y que algunos que ya están los campamentos de acogida temporal en Panamá piense en optar por el proceso de devolución voluntaria, como dijo a EFE uno de ellos, el venezolano Carlos Figueroa, en el área fronteriza de San Vicente.
Para la gestión del elevado flujo migratorio por Panamá «estamos clamando a la Embajada de Estados Unidos que nos ayuden, nos asistan económicamente como hacen con otros países», dijo este lunes la directora del Servicio Nacional de Migración (SNM), Samira Gozaine, al sostener que cerca de 190.000 personas han llegado al país tras cruzar la frontera selvática en lo que va de año, una cifra sin parangón.
Estos recursos económicos se hacen aún más necesarios tras la nueva política migratoria de EE.UU. hacia los venezolanos, que representan más del 70 % de los que están cruzando Panamá.
«No tenemos los recursos, no tenemos la capacidad logística» para «hacer el retorno voluntario» de la población migrante venezolana que ha llegado a Darién en «tal volumen», argumentó Gozaine.
«Tendríamos que ver cómo se hace (el retorno en avión), estábamos consultando con la encargada de negocios de la Embajada de Venezuela a ver si ellos pudiesen asumir los costos, al igual que los organismos internacionales», añadió.
Panamá recibe a los viajeros irregulares en estaciones de recepción migratoria (ERM) situadas en la frontera con Colombia y con Costa Rica, donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica, en un operativo único en el continente que consume millones de dólares al año.
Son familias enteras, con niños e incluso bebés, en movilización. Muchos de los venezolanos proceden de segundos o terceros países como Colombia, Ecuador, Perú, Chile o Brasil, en los que ya habían intentado establecerse.
Jefa del Comando Sur de EE.UU. llega a Panamá para reunión sobre seguridad
La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, la general Laura Richardson, sostuvo este lunes un Diálogo de Seguridad de Alto Nivel entre EEUU y Panamá, informó la embajada americana.
Richardson, que vino a Panamá en junio pasado para tratar temas como la seguridad y la crisis migratoria regional, llegó nuevamente al país centroamericano donde se reunió «junto a altas autoridades de seguridad panameñas y estadounidenses para tratar temas de seguridad marítima, ciberseguridad, anticorrupción y migración.»
La legación estadounidense se limitó a describir así, en un mensaje en sus redes sociales, la visita de la jefa del Comando Sur, que no fue anunciada por las autoridades locales ni diplomáticas.
La Gral. Laura Richardson, comandante de @Southcom, participó del Diálogo de Seguridad de Alto Nivel entre EE.UU. y Panamá junto a altas autoridades de seguridad panameñas y estadounidenses para tratar temas de seguridad marítima, ciberseguridad, anticorrupción y migración. pic.twitter.com/zGgVU1gNqz
— U.S. Embassy Panama (@USEmbPAN) October 17, 2022