Miles de húngaros se manifestaron este viernes en el centro de Budapest contra el autoritarismo y las posturas prorrusas del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, en un acto que contó con un mensaje de vídeo de Yulia Navalni, viuda del opositor ruso Alexéi Navalni.
«De paso a paso, de ladrillo a ladrillo se edifica la tiranía en Hungría», declaró ante la multitud el alcalde de la capital magiar, Gergely Karácsony, un político izquierdista y verde que arremetió contra Orbán por su cercanía al Kremlin.
«Hungría no es Rusia, por ahora, pero se acerca cada día más y más», dijo el político opositor al Gobierno de Orbán tras advertir de que «quienes glorifican a Putin no luchan por la libertad».
En su saludo telemático a los manifestantes, Yulia Navalni dijo que el presidente ruso «puede hacer lo que quiere porque tiene un cómplice en la Unión Europea: Viktor Orbán».
«Varias decenas de millones de rusos que luchan por la democracia apoyan a los húngaros en su lucha por el futuro de su país», aseguró la activista.
La manifestación se celebró con motivo de recordar la revolución húngara de 1848, una rebelión independentista contra el Imperio de los Habsburgo, que se conmemora cada 15 de marzo, día festivo nacional.
En otro mitin multitudinario, Péter Magyar, disidente del régimen de Orbán anunció hoy la formación de un movimiento que, bajo el nombre de ‘Álzate, húngaro», pretende transformarse en un nuevo partido político del centro.
«Hace 20 años que Hungría entró en la Unión Europea y hoy es uno de los países (comunitarios) más pobres y el más corrupto de la Unión», dijo Magyar ante unas 15.000 personas, según estima la prensa local.
El político aseguró que la población del país ya no confía ni en el Gobierno ni en la oposición.
Magyar, exmarido de la dimitida ministra de Justicia Judit Varga, ha sido miembro de consejos de administración de varias empresas estatales.
De momento, no ha aclarado si su recién formado movimiento se presentará como partido a las elecciones europeas de junio. EFE