El poder e influencia del secretario de Estado, Marco Rubio, han alcanzado una dimensión histórica dentro de la administración estadounidense. Su posición se ha fortalecido al punto de recibir un elogio sin precedentes del presidente Donald Trump, quien lo calificó como «el mejor secretario de Estado en la historia de EE. UU.»
Trump hizo esta enfática declaración este lunes ante el Parlamento de Israel, en un discurso tras haber logrado la liberación de los últimos 20 rehenes vivos secuestrados por el grupo Hamás en Gaza. «Marco Rubio es el mejor secretario de Estado en la historia de EE.UU., así lo creo», afirmó Trump, destacando la confianza absoluta que deposita en su principal diplomático.
"Marco Rubio es el mejor secretario de Estado en la historia de EE.UU., así lo creo", dice el presidente Donald Trump desde Israel.
Mal día para los normalizadores de la tiranía chavista, que apostaban a que Richard Grenell se impusiera sobre Rubio. pic.twitter.com/dCtcUVdu0F
— Gabriel Bastidas (@Gbastidas) October 13, 2025
Acumulación de poder
El creciente poder de Rubio se debe a que, actualmente, ostenta la responsabilidad de dos cargos cruciales en simultáneo:
- Secretario de Estado: Liderando la diplomacia y las relaciones exteriores del país.
- Asesor de Seguridad Nacional: Siendo el principal consejero del presidente en temas de seguridad, inteligencia y estrategia militar.
Esta doble función —ejercer al mismo tiempo como jefe de la diplomacia y jefe estratégico de la Casa Blanca— es una concentración de poder inusual que no se veía desde la era de Henry Kissinger en la década de 1970.
Este poer le otorga a Rubio una autoridad sin par para coordinar, tomar decisiones y aconsejar directamente al presidente Trump sobre todos los aspectos de la política exterior y de seguridad nacional.
Línea Dura
Rubio ha cimentado su posición con una visión firme y de mano dura, que este año ha enfocado sus esfuerzos en retomar el liderago estadounidense en el hemisferio occidental, particularmente contra los regímenes autoritarios en América Latina.
Al combatir al régimen de Maduro en Venezuela, Rubio ha sido el artífice de la política de «máxima presión» de Washington, impulsando sanciones económicas y políticas y promoviendo el combate del Cartel de los Soles, tras su designación como organización terrorista.
Como hijo de inmigrantes cubanos, Rubio mantiene una postura intransigente contra la dictadura cubana, exigiendo condiciones democráticas para cualquier tipo de normalización de las relaciones.
El respaldo público de Trump, sumado al poder operativo que le confiere su doble cargo histórico, subraya que Marco Rubio no es solo el principal diplomático, sino también la figura estratégica clave que da forma a la política exterior y de seguridad de Estados Unidos.