Las autoridades rusas amenazan con alimentar por la fuerza al opositor Alexei Navalny, en huelga de hambre en el centro penitenciario donde se encuentra detenido, indicó el lunes su cuenta oficial Twitter manejada por su equipo.
“Pesa 77 kilos”, es decir ocho menos desde que empezó la huelga del 31 de marzo, señaló la cuenta @navalny, agregando que “visto lo serio de la huelga de hambre, la administración (penitenciaria) lo amenaza a diario con alimentarlo por la fuerza”.
Navalny se declaró en huelga de hambre para protestar contra la negativa de los servicios penitenciarios a permitirle ser examinado por un médico independiente de los dolores de espalda que sufría.
La semana pasada fue trasladado a la enfermería tras detectarle síntomas de una enfermedad respiratoria, aunque él se niega a ser tratado por un médico del centro penitenciario número dos de la región de Vladímir, a unos 100 kilómetros al este de Moscú, en el que le encerraron el 11 de marzo pasado.
Los aliados del político dijeron este lunes que Navalny fue trasladado de la unidad médica al destacamento y que “el médico no puede verlo”.
Sus aliados, que intentaron acceder ayer en compañía de varios sanitarios a la prisión para examinarle, sospechaban que había contraído el coronavirus, pero la prueba de covid-19 que le realizaron dio negativo.
Amnistía Internacional denunció que las autoridades rusas están sometiendo al político a “una muerte lenta” y su secretaria general, Agnes Callamard, se dirigió al presidente ruso, Vladímir Putin, al que exigió que Navalni sea tratado por sus médicos de confianza.