La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó este jueves la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en respuesta a los crímenes cometidos por el régimen de Vladimir Putin durante la invasión a Ucrania.
La medida fue adoptada con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones, superando los dos tercios requeridos para aplicar la cláusula de suspensión.
En Latinoamérica, como era previsible, votaron en contra Cuba, Nicaragua y Bolivia. Aunque el régimen de Nicolás Maduro llamó a rechazar la resolución, Venezuela no pudo votar por la deuda que mantiene con Naciones Unidas.
Además, se abstuvieron Brasil, México, Guyana, Trinidad y Tobago y El Salvador.
La moción fue impulsada por Ucrania y por Estados Unidos, cuya embajadora Linda Thomas-Greenfield, aseguró que «no se puede permitir que un Estado miembro que está subvirtiendo todos los principios que apreciamos siga participando en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU».
Esta es la segunda vez que un país es suspendido de su membresía en el Consejo de Derechos Humanos. En 2011 fue suspendido Libia tras la represión violenta de las protestas contra el régimen de Muamar el Gadafi.