El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este viernes una resolución que condena las nuevas violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, y en particular la arremetida del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica.
El proyecto fue aprobado con 27 votos a favor, cuatro abstenciones y un solo voto en contra. Además, estuvieron ausentes dos países: Nicaragua y Colombia, siendo esta la primera sesión de la OEA desde que asumió el gobierno del nuevo presidente Gustavo Petro.
La resolución condena «enérgicamente el cierre forzado de organizaciones no gubernamentales, así como el hostigamiento y las restricciones arbitrarias de organizaciones religiosas y de las voces críticas del gobierno y sus acciones en Nicaragua».
Además, reitera su reclamo para que el régimen nicaragüense «libere de inmediato a todos los presos políticos, cese la persecución y la intimidación de la prensa independiente y garantice el ejercicio del derecho a la libertad de expresión».
Finalmente, renueva «el ofrecimiento del Consejo Permanente de trabajar con el Gobierno de Nicaragua para que se adhiera a las Cartas rectoras de la OEA y restablezca la institucionalidad democrática y el respeto a los derechos humanos en Nicaragua, de acuerdo con el derecho internacional”.