La Conferencia Episcopal francesa abre este lunes un pleno para debatir sobre la responsabilidad colectiva de la iglesia en los casos de pederastia y plantearse el pago de una indemnización fija para las víctimas de casos cometidos por clérigos, incluidos aquellos penalmente prescritos.
Durante tres días, los obispos franceses analizarán diversos elementos ligados a la pederastia en este colectivo y sus conclusiones podrán desembocar en decisiones durante la Asamblea ordinaria prevista para la próxima primavera.
Pero la reunión de estos tres días deberá preparar el terreno en diversos aspectos, incluido el espinoso pago de las indemnizaciones que, junto con la asunción de responsabilidades de casos muy antiguos, genera controversia en el seno de la institución.
Hay votos a favor desde 2019
En noviembre de 2019, tres cuartas partes de los obispos votó ya a favor de esta indemnización fijada de antemano, pero su puesta en marcha concreta parece delicada.
Desde entonces, las diócesis han visto reducir sus ingresos a causa de la crisis de la covid-19, que ha mantenido cerrados los templos y, por consiguiente, las limosnas de los fieles.
Además, muchos clérigos han visto cómo los católicos muestran su descontento con el hecho de que sus aportaciones sirvan para pagar los daños creados por algunos clérigos.
Algunos obispos no están de acuerdo
Algunos obispos consideran un poco prematuro abrir este debate, ya que aún no han terminado los trabajos de la comisión independiente sobre abusos sexuales en la Iglesia lanzada en noviembre de 2018, que debe recolectar testimonios de víctimas desde 1950 y que presentará sus conclusiones definitivas en otoño, recuerda hoy el diario «Le Figaro».
Por el momento, esa comisión ha permitido sacar a la luz 6.500 casos y sus estimaciones aseguran que puede haber unas 10.000 víctimas de abusos cometidos por unos 3.000 clérigos, del total de 100.000 que ha habido en ese periodo.
Algunas asociaciones, incluso de dentro de la iglesia, consideran estas cifras muy lejanas de la realidad y creen que no reflejan la realidad de los abusos que se cometieron de forma impune durante años.
EFE