La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó la escalada represiva en contra de integrantes de la Iglesia católica en Nicaragua y urgió a la dictadura de Daniel Ortega a cesar de inmediato estos actos.
«La CIDH urge a la liberación inmediata del obispo Rolando Álvarez y de las personas detenidas, e informar inmediatamente su paradero y a garantizar su vida e integridad personal», reclamó la Comisión en un comunicado difundido este viernes..
La instancia de la Organización de Estados Americanos (OEA) afirmó que «estos hechos forman parte de un contexto sistemático de persecución, criminalización, hostigamiento, asedio policial, declaraciones estigmatizantes por parte de las más altas autoridades del Estado».
La CIDH recordó que el artículo 12 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) reconoce el derecho de todas las personas a la libertad de conciencia y religión, lo que conlleva «la libertad de profesar y divulgar su religión y sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado». Además, establece que «la libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicas o los derechos o libertades de los demás».
Al respecto, la CIDH hizo nuevamente un llamado al Estado de Nicaragua para que cese los constantes ataques contra la Iglesia católica. Asimismo, urgió al Estado de Nicaragua a liberar a todas las personas que permanecen privadas de la libertad arbitrariamente y a cesar de inmediato la represión en el país.