Una sentencia del Tribunal de Justicia conjunto de Aruba, Curazao, San Martín y Bonaire, San Eustaquio y Saba legalizó el matrimonio igualitario en estos territorios del Caribe neerlandés, aunque las autoridades podrían apelar el fallo.
«El Tribunal ha llegado a la conclusión de que excluir el matrimonio entre personas del mismo sexo vulnera la prohibición de discriminación y es incompatible con la normativa estatal», esgrime la sentencia.
Janice Tjon Sien Kie, de Human Rights Caribbean Foundation, calificó el fallo de esta semana como «un paso muy importante para los derechos humanos en Curazao y Aruba».
No obstante, la posibilidad de celebrar matrimonios igualitarios no es inmediata, ya que las partes pueden apelar ante la Corte Suprema de La Haya hasta el 6 de marzo de 2023.
Las parejas del mismo sexo no pueden casarse legalmente en Aruba, Curazao y San Martín, aunque las islas deben reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en Países Bajos.
La decisión del Tribunal se produce tras dos casos presentados en Aruba y Curazao, uno de ellos por la organización Human Rights Caribbean en nombre de dos mujeres que quieren casarse.
El juez dictaminó previamente en este último caso que no hay justificación para denegar el matrimonio civil a parejas del mismo sexo y ordenó tomar medidas para eliminar la discriminación.
El Código Civil de Curazao estipula que sólo pueden contraer matrimonio un hombre y una mujer. Según el juez, esta disposición es contraria al principio de igualdad y a la prohibición de discriminación recogidos en la Constitución de la isla.
Esta sentencia no significa que las parejas del mismo sexo puedan casarse en igualdad de condiciones. Primero hay que esperar un recurso y una posible sentencia para poder contraer matrimonio. EFE