El Parlamento japonés aprobó este sábado, en su última sesión del año, una reforma del código civil para eliminar leyes que discriminan fuertemente a las mujeres tras divorciarse.
La reforma de estos apartados, ratificada hoy por la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento), elimina una norma que impide que las mujeres japonesas que se divorcian puedan volver a casarse antes de que transcurran 100 días desde la separación.
A su vez, también queda eliminado otro apartado por el cual la paternidad de un bebé que una divorciada dé a luz sin haber transcurrido 300 días desde el divorcio recae automáticamente en el exmarido.
Esto implica que los hijos aquellas divorciadas que vuelvan a casarse y hayan nacido menos de 300 días después del divorcio puedan ser registrados como hijos de un nuevo cónyuge en caso de que la mujer tenga una nueva pareja, lo que en términos administrativos facilita enormemente que los menores puedan acceder a diversas prestaciones sociales bajo el llamado «registro de familia» en Japón.
La enmienda, que entrará en vigor dentro de 18 meses, también ha eliminado una ley -promulgada al igual que las otras dos, hace más de un siglo- que otorgaba el derecho a los padres a aplicar castigos físicos a sus hijos y ha elaborado una nueva que castigará a los progenitores que cometan estos abusos.
Con información de EFE