Las clases escolares presenciales volvieron a Buenos Aires y diversas provincias argentinas tras casi un año sin apenas actividades en los colegios por la pandemia de la Covid-19, en el inicio de un curso rodeado de polémica por las diferencias políticas y sindicales ante el peligro a los contagios.
Tras las vacaciones de verano, el nuevo ciclo lectivo comenzó a desarrollarse este miércoles de forma presencial, rodeado de medidas sanitarias, en algunos niveles educativos de la capital y en Santa Fe, Santiago del Estero y Jujuy, así como con actividades de refuerzo en la provincia de Buenos Aires, mientras que el resto de distritos lo harán en sucesivas semanas hasta mediados de marzo.
«Es algo esperado por todos y todas, un regreso cuidado en la complejidad que seguimos transitando. Es una escuela diferente a la de la prepandemia, que tiene que aplicar los protocolos», dijo a radio El Destape el ministro de Educación, Nicolás Trotta, seguro de la necesidad de lograr un equilibrio entre el derecho a la educación, la presencialidad y el cuidado de la salud.
El pasado viernes se oficializó la decisión del retorno a las aulas en todo el país, en su mayoría combinadas con la modalidad virtual, durante una reunión entre las autoridades del Gobierno nacional con los ministros de Educación de las 23 provincias y de la ciudad de Buenos Aires.
EFE