Las autoridades de Hong Kong aprobaron que, en algunos casos, se pueda atar a la cama a bebés y niños en aislamiento, pese a las críticas por las posibles consecuencias psicológicas de las medidas contra el coronavirus, expresadas por internautas en redes sociales este jueves.
Aunque sea una de las ciudades más densamente pobladas del mundo, globalmente, la excolonia británica ha logrado controlar la pandemia. Hasta la fecha, ha reportado 11.000 casos y 200 decesos relacionados con el coronavirus, un resultado obtenido a costa de haber tomado algunas de las medidas y restricciones más severas del mundo.
De momento, las medidas no suscitaron protestas notables, pero en las últimas semanas la indignación ha ido en aumento, en parte a causa del hartazgo de parte de la población ante unas restricciones que no tienen visos de desaparecer.
En las redes sociales han aflorado las críticas hacia una práctica que consiste en separar a los niños de sus padres en las unidades de aislamiento, y hay quien ha denunciado que incluso se habría negado el derecho a algunas madres de darle el pecho a sus hijos, y que se ata a los menores a la cama para que no se muevan.
El gobierno justificó esta semana las medidas en varios comunicados, incluyendo la de amarrar a los niños.
«De forma general, el hospital solo contemplará la aplicación de medios de contención física en pacientes en pediatría para salvaguardar la seguridad y el bienestar de los pacientes», declaró el miércoles por la noche la autoridad que rige los hospitales en un comunicado, precisando que la medida se toma con el «consentimiento previo de los padres y tutores».
Además, indicó que los padres negativos al Covid-19 pueden acompañar a sus hijos enfermos en las unidades de aislamiento cuando hay espacio. Sin embargo, se han dado casos de padres en aislamiento que han sido separados de sus hijos.
En los últimos días, los consulados de Suiza, Reino Unido, Estados Unidos y Francia expresaron su preocupación por las eventuales consecuencias psicológicas que puedan tener estas medidas.
Hong Kong se ha distinguido desde el inicio de la pandemia por las fuertes disposiciones adoptadas para atajar los contagios.
Todo aquel que da positivo al coronavirus es hospitalizado inmediatamente y puesto en cuarentena, presente o no síntomas, y las personas consideradas «contactos cercanos» deben pasar dos semanas en cuarentena en unos recintos operados por el gobierno.
Además, la mayoría de las personas que entran en la ciudad deben pasar tres semanas en cuarentena en hoteles consagrados a ello, a su cargo.
AFP