El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció este miércoles que el académico e ingeniero Diego Alejandro Guevara, hasta la fecha viceministro de Hacienda, será el nuevo titular de esa cartera en remplazo de Ricardo Bonilla, quien dimitió hoy luego de que el mandatario le pidiera la renuncia.
Petro hizo el anuncio en declaraciones a periodistas en Montevideo, donde está de visita, al ser preguntado sobre la dimisión de Bonilla, hombre de su círculo más cercano, y sobre quién será su sucesor.
«Va a ser el doctor Guevara, el viceministro actual, profesor universitario que conoce todo el proceso que hemos tenido luchando por que no nos ahoguen los fondos de capital de la deuda pública interna o externa, luchando contra las altas tasas de interés y luchando por disminuir el déficit que nos dejó el gobierno pasado de (Iván) Duque sobreendeudando de manera brutal el país», expresó Petro.
Diego Guevara, de 39 años, es ingeniero en mecatrónica, magíster en Ciencias Económicas y doctor en Economía de la Universidad Nacional de Colombia.
En su experiencia laboral figura que ha sido profesor asociado e investigador en la Universidad Nacional, en la Fundación Escuela para el Desarrollo y en las universidades de La Sabana y Javeriana.
También ha trabajado como consultor de la Agencia Francesa para el Desarrollo en temas de macroeconomía y cambio climático y ha sido profesor visitante en la Universidad de Viadrina en Frankfurt (Alemania).
Guevara fue nombrado viceministerio de Hacienda el 9 de agosto de 2022, dos días después de la investidura de Petro como presidente, y en ese despacho ha tenido a su cargo la coordinación y elaboración de estudios, diagnósticos, análisis y evaluación sobre la situación económica del país.
Crisis en Hacienda
La designación de Guevara como ministro se produce tan solo horas después de que el titular de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentara su «renuncia irrevocable» atendiendo la solicitud de Petro en ese sentido.
Bonilla, que fue secretario de Hacienda de Petro en su periodo como alcalde de Bogotá (2012-2015) fue salpicado por el escándalo de corrupción más grande que enfrenta el Gobierno y que tiene como centro la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
El ahora exministro fue señalado como la persona que autorizó el desembolso del presupuesto de la UNGRD, después de que se conociera la malversación de 46.800 millones de pesos (unos 11,7 millones de dólares) en la compra de 40 camiones cisterna para llevar agua potable a zonas desérticas del departamento caribeño de La Guajira.
Bonilla, que estaba en el cargo desde mayo de 2023, supuestamente coordinó también la adjudicación de tres contratos por 92.000 millones de pesos (unos 23 millones de dólares) para beneficiar a seis congresistas a cambio de que apoyaran la ampliación del cupo de endeudamiento del Gobierno. Sin embargo aún no ha sido acusado formalmente por la Fiscalía y solo le están investigando.
Petro defendió en los últimos días la gestión de Bonilla, asegurando que la acusación en su contra es «injusta» y subrayó que lo respeta por «su profundidad intelectual como economista de verdad».
Sin embargo, hoy le pidió la renuncia de forma inesperada, luego de que se conociera que Bonilla, en una carta enviada hace unas semanas a la Fiscalía, denunció presuntas presiones indebidas de Nicolás Alcocer, hijo adoptivo del mandatario y primogénito de su esposa, y también del presidente de la petrolera estatal Ecopetrol, Ricardo Roa, para favorecer a terceros en contratos de una hidroeléctrica, cuya mayoría accionaria la tiene el Estado.
El exministro aseguró que Roa, quien fue el gerente de la campaña presidencial de Petro y ya está siendo investigado por posibles irregularidades en la financiación de la misma, «quiere quedarse con toda la energía y las empresas rentables del sector».
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