El Consejo de Ministros del Líbano aprobó este jueves los objetivos estipulados en una propuesta de plan estadounidense que se centra en el desarme del grupo chií Hezbollah, pero no abordó el calendario para su implementación ni ningún otro detalle.
Entre los objetivos que recibieron luz verde está la extensión de la soberanía estatal a todo el territorio y la eliminación gradual del armamento en manos de «todos» los actores, incluido Hezbollah, anunció en una rueda de prensa el ministro libanés de Información, Paul Morcos.
Durante la sesión de este jueves, se abordaron únicamente los propósitos trazados para su cumplimiento por parte del Líbano, sin entrar en otros «detalles ni artículos» del plan presentado por Washington, explicó Morcos, al recordar que las autoridades libanesas ya habían propuesto enmiendas al mismo.
El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Thomas Barrack, visitó Beirut dos veces este julio para tratar de promover una hoja de ruta que subsana los asuntos sin resolver desde el alto el fuego alcanzado entre el Líbano e Israel a finales del pasado noviembre, con foco en el desarme.
En medio de crecientes presiones, el Consejo de Ministros libanés decidió el pasado martes encargar al Ejército la preparación de un plan para desarmar a Hezbollah, que deberá entregar antes del 31 de agosto y que pretenden implementar en los cuatro meses siguientes.
Tras la nueva reunión gubernamental de este jueves, el ministro de Información explicó que el Gabinete debatirá el resto de aspectos de la iniciativa una vez reciba la hoja de ruta encargada a su propia institución castrense.
La propuesta de Estados Unidos establece un plazo de 30 días para que Hezbollah realice una entrega de armas y desmantele el 50 % de su infraestructura, a lo que seguirían la retirada israelí del sur del Líbano, según reveló el secretario general del grupo chií, Naim Qassem.
De acuerdo con su versión, a ello le seguiría una segunda fase de entre dos y tres meses de duración, a cuyo término se produciría una liberación de prisioneros en manos de Israel.
Hezbollah rechazó tanto el plan estadounidense como la decisión del Gobierno libanés de preparar uno propio para el desarme, al considerar que ambos van en el interés del Estado judío y mermarán las capacidades defensivas del Líbano mientras sigue siendo objetivo de reiterados ataques israelíes. EFE