El Gobierno de Chile reiteró este jueves que «está abierto a todas las hipótesis» sobre el secuestro del ex preso político venezolano teniente (r) Ronald Ojeda Moreno, quien estaba refugiado en Chile y fue raptado la madrugada del miércoles 21 de febrero en su vivienda en Santiago, y confirmó que ha mantenido «contactos» con autoridades del régimen de Nicolás Maduro.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, explicó en rueda de prensa que los contactos han sido tanto «a nivel diplomático», a través del embajador chileno en Caracas, como «a nivel policial desde la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) con la policía venezolana».
Pese a reconocer que por el momento no se descarta ninguna hipótesis, incluida una operación de la contrainteligencia venezolana, Monsalve pidió cautela y aseguró que se han llegado a «conclusiones muy prematuras por parte de distintos actores».
«Aquí hay muchas hipótesis. La hipótesis que importa es la que finalmente valide el Ministerio Público y el fiscal a cargo de la investigación«, subrayó el subsecretario tras participar en una reunión virtual con el presidente chileno, Gabriel Boric, y los ministros de Interior, Relaciones Exteriores y Justicia.
El exmilitar vivía desde hace tiempo en Chile y recientemente había recibido el estatus de refugiado político. Su nombre figura en el listado difundido a finales de enero por el ministro venezolano de Defensa, Vladimir Padrino, que incluye a 33 militares degradados y expulsados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) supuestamente «implicados en conspiraciones» contra el régimen chavista.
El Gobierno chileno, que pidió levantar una alerta a la Interpol y reforzar el control fronterizo en el norte, anunció este jueves que se querellará en la causa para, según Monsalve, «dar una señal política de que al Gobierno le interesa que estos casos no queden en la impunidad» y «hacerse parte de las diligencias para esclarecer este tipo de delitos».
Con información de EFE