Los países del G7 condenaron este martes la represión del régimen militar birmano con contra las protestas en favor de la democracia, que causó dos muertos durante el pasado fin de semana.
«Es inaceptable utilizar munición real contra personas desarmadas», afirmó este 23 de febrero una declaración conjunta de los ministros de Exteriores del Grupo de los Siete (G7) países más desarrollados y del Alto Representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
«Condenamos la intimidación y la opresión contra las personas que se oponen al golpe de Estado. Estamos preocupados por la represión contra la libertad de expresión«, añade el texto.
Además, la declaración condena la actuación «sistemática» de las fuerzas de seguridad contra manifestantes, médicos, la sociedad civil y periodistas.
Además, el G7 pide el final del estado de urgencia impuesto tras el golpe militar del 1 de febrero y la «liberación inmediata e incondicional» de los detenidos, incluidos el presidente Win Myint y la consejera de Estado Aung San Suu Kyi.
EFE