Un funcionario de alto nivel del Departamento de Defensa de Estados Unidos sospechaba sobre los vínculos que tenía el entonces presidente de Colombia, Álvaro Uribe, con grupos paramilitares, según documentos desclasificados citados por la agencia AP.
“Es casi seguro que Uribe tuvo tratos con los paramilitares mientras era gobernador de Antioquia”, escribió Peter Rodman, entonces un alto funcionario del Pentágono, al secretario de Defensa de la era Bush, Donald Rumsfeld, en un despacho confidencial de 2004. «Va con el trabajo.»
La misiva se suma a las sospechas, que Uribe ha negado con vehemencia, de que el hombre al que se le atribuye haber cambiado el rumbo de la larga guerra de Colombia con los combatientes marxistas comprometidos con actores violentos mientras dirigía la provincia que incluye a Medellín en la década de 1990.
Las Autodefensas Unidas de Colombia, conocidas por sus siglas en español AUC, fueron declaradas organización terrorista extranjera por Estados Unidos en 2001.
La Corte Suprema está investigando denuncias de que Uribe presionó a ex-paramilitares para que se retractaran de declaraciones que lo vinculaban con sus milicias en un caso que ha dividido a la nación y ha sacado a la superficie tensiones por el proceso de paz de Colombia.
Los documentos no incluyen ninguna descripción específica de las interacciones directas entre el ex presidente y los paramilitares, y hay poco que muestre si Estados Unidos trató de determinar si realmente existían vínculos, o con qué profundidad.
Un portavoz de Uribe dijo en un comunicado que “el único trato que tuvo el presidente Uribe con los paramilitares fue meterlos en la cárcel” y destacó varios casos en los que altos funcionarios estadounidenses elogiaron su liderazgo y su historial de derechos humanos.
«Cada acción tomada en los más altos niveles del gobierno de Estados Unidos demostró que nunca hubo ninguna duda sobre la integridad y el compromiso del presidente Uribe con los derechos humanos y el estado de derecho», agrega el comunicado.
Los cables de la Embajada de los Estados Unidos, los informes de la CIA y las notas confidenciales fueron obtenidos por el instituto de investigación del Archivo de Seguridad Nacional a través de solicitudes de la Ley de Libertad de Información.