Un estudio del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam) presentado este jueves reveló que las académicas, artistas, ciberactivistas, periodistas críticas y promotoras culturales nicaragüenses han sido blanco de «una política institucional de represión» por parte del Gobierno que preside Daniel Ortega en Nicaragua.
Esas mujeres han sufrido «represalias por desafiar los roles y estereotipos de género impuestos socialmente, tanto en la esfera general como en ámbitos específicos», aseguró el Cetcam en el estudio “Voz, saberes, cultura y memoria. Resistencias y resiliencias colectivas de las mujeres nicaragüenses”.
A las mujeres de ese sectores se las persigue por su participación en el proceso social dirigido hacia la transformación democrática de su país, principalmente desde el estallido social del 2018, valoró ese centro de pensamiento integrado por investigadores centroamericanos de distintas disciplinas, con sede en Costa Rica.
La investigadora principal del estudio, Arlen Padilla, explicó durante la presentación que “en el universo de las mujeres nicaragüenses, las periodistas, cibertactivistas, artistas y promotoras culturales, así como las académicas, son cuatro grupos que durante los últimos cinco años han experimentado formas de violencia específicas, especialmente violencia política”.
Los tipos de violencia
«Esta política represiva se manifiesta en diversas formas y aspectos de la vida de las mujeres, destacándose los discursos de odio, criminalización, cárcel, destierros, despojo de la nacionalidad, confiscaciones, agresiones físicas y verbal, violencia sexual, y acoso», puntualizó, por su lado, la investigadora y coautora del estudio, la nicaragüense Elvira Cuadra.
También a través de la vigilancia, amenazas, privación de derechos fundamentales, violencia digital, violencia económica, migración y separación familiar forzada, precisó Cuadra, que fue privada de su nacionalidad hace más de un año.
Para llegar a esa conclusión, según las investigadoras, indagaron sobre las diferentes formas de violencias con las mujeres afectadas a través de grupos focales y entrevistas a profundidad, donde determinaron los grupos de mujeres que han sido blanco «de una política institucional de represión».
La investigación reveló que las periodistas han sido un colectivo particularmente afectado por una serie de violencias políticas vividas incluso antes del estallido social de 2018.
«La censura, la criminalización, los destierros y la desnacionalización, así como el desplazamiento forzado, son solo algunas de las expresiones más graves de esta violencia», indicó Padilla.
El caso de las académicas y las artistas
Por su parte, las académicas son sometidas a una serie de obstáculos que limitan su capacidad para llevar a cabo investigaciones independientes y expresar libremente sus opiniones, agregó.
La investigadora dijo que en el ámbito digital las ciberactivistas enfrentan un escenario complejo y preocupante.
«Los insultos, amenazas, difamaciones y hostigamientos perpetrados a través de plataformas digitales reflejan una realidad en la que tanto los actores políticos afines como los opuestos al régimen contribuyen», anotó Padilla.
En tanto, las mujeres artistas y promotoras culturales han vivido el cierre de espacios y de organizaciones sociales, lo que ha coartado su libertad de expresión y, les ha privado de oportunidades económicas y de desarrollo profesional, según el estudio.
Incluso en el exilio, la precariedad económica dificulta la sustentabilidad de su práctica artística y su sobrevivencia, añadió Padillla.
Según el estudio, ese grupo de mujeres han desplegado una serie de estrategias de protección y defensa para enfrentar las diversas formas de violencia política que las rodean, tanto dentro como fuera de Nicaragua.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, acentuada tras las controvertidas elecciones generales de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo con sus principales contendientes en prisión o en el exilio. EFE