El contratista de seguridad estadounidense y fundador del ejército privado Blackwater, Erik Prince, dijo que espera que el enviado especial del presidente Donald Trump, Richard Grenell, le haya transmitido a Nicolás Maduro «que es hora de irse», durante su viaje a Caracas para negociar la liberación de seis rehenes estadounidenses y la deportación de migrantes hacia Venezuela.
«Espero que Rick haya podido transmitir ese mensaje de que es hora de irse. Espero que Maduro esté planeando su plan de salida ahora mismo», dijo Prince en una entrevista en Youtube.
Prince recordó que en septiembre de 2020 acompañó a Grenell en un viaje a México para reunirse secretamente con el jerarca chavista Jorge Rodríguez y reveló que, en esa oportunidad, «el mensaje fue muy claro: váyanse, váyanse ahora, váyanse con quien quieran, váyanse con todo lo que quieran, pero váyanse».
Lamentó que luego «ese mensaje de fuerza fue deshecho» con la llegada a la Casa Blanca del presidente Joe Biden, quien envió al exgobernador Bill Richardson a negociar con Maduro la liberación de rehenes estadounidenses.
Destacó que los rehenes estadounidenses detenidos en Venezuela «son personas que son capturadas por razones realmente absurdas por el régimen de Maduro como una herramienta, como un peón para volver a entrar en situaciones exactamente como las que acaban de suceder. Y eso habla de la ilegitimidad del régimen de Maduro».
Erik Prince analizó que ahora, con el regreso de Trump a la Casa Blanca, «Maduro tiene que estar en un modo muy obediente, porque se da cuenta de la cantidad de ira que Trump tiene sobre este tema de la inmigración».
Advirtió que empresas como Chevron «están repartiendo ese dinero por Washington, tratando de comprar influencia y paciencia para que el régimen de Maduro se quede y pueda seguir bombeando petróleo en detrimento de los 25 o 30 millones de venezolanos que votaron por la libertad. Y esa libertad hasta ahora se les ha negado».