Los fieles ya han ocupado los «puestos preferenciales» en la Plaza de San Pedro del Vaticano, listos para registrar el momento en que la chimenea anuncie si hubo consenso -o no- en la elección del sucesor del papa Francisco.
En caso de que salga fumata negra, sería la segunda del jueves y la tercera desde que comenzó el cónclave. Pero si el humo es blanco, los ojos del mundo se centrarán en el balcón central de la basílica, a la espera de que el cardenal protodiácono francés, Dominique Mamberti, pronuncie la histórica frase «Habemus Papam» («Tenemos un papa»).
Desde que aparece la fumata blanca hasta que se anuncia el nombre del nuevo pontífice suelen transcurrir entre 30 y 45 minutos.
Esa frase en latín se pronuncia desde 1417 y simboliza «unidad, esperanza y continuidad para toda la Iglesia Católica».