La represión china a la minoría musulmana en la remota región de Xinjiang estará en el centro de la atención la próxima semana cuando Pekín reciba a la chilena Michelle Bachelet, en la primera vez en casi dos décadas que una autoridad de derechos humanos de la ONU visita el país asiático.
La visita de seis días de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos comenzará el lunes, con visitas a las ciudades de Urumqi y Kashgar en Xinjiang, así como a la sureña Cantón, anunció la ONU el viernes. Bachelet se reunirá con “varios altos cargos”, dijo su despacho, tras indicar que “también se encontrará con organizaciones de la sociedad civil, representantes empresariales, académicos y hará una presentación para estudiantes de la Universidad de Cantón”.
Pero la esperanza de contar con una investigación a fondo de los abusos de derechos humanos se han diluido ante la preocupación de activistas de que el gobernante Partido Comunista de China utilice la visita para encubrir las supuestas atrocidades.
China ha sido acusada de encarcelar a un millón de uigures y otras minorías musulmanas en campamentos de la región occidental de Xinjiang, que Estados Unidos y otros países han calificado como “genocidio”.