El riesgo de que las armas nucleares vuelvan a utilizarse persiste ocho décadas después de los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki los días 6 y 9 de agosto de 1945, destacó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado para recordar esta efeméride.
«Ochenta años después de que el mundo presenciara la horrible tragedia causada por las armas nucleares, debemos preguntarnos si estamos haciendo lo suficiente para garantizar que lo ocurrido no caiga en el olvido», señalaron en un comunicado conjunto la presidenta del CICR, Mirjana Spoljaric, y su homólogo de la Cruz Roja Japonesa, Atsushi Seike.
Ambos enfatizaron que el riesgo de un uso intencional o accidental de armas nucleares sigue siendo «terriblemente real», y agravado por la existencia de bombas hasta 3.000 veces más potentes que las lanzadas sobre las ciudades niponas en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial.
Spoljaric y Seike subrayaron que cualquier uso de armas nucleares en la actualidad «sería un fracaso catastrófico para la humanidad» y ninguna respuesta humanitaria sería suficiente para abordar el sufrimiento causado.
«Sin embargo, en lugar de avanzar hacia el desarme nuclear, observamos un creciente énfasis en las armas atómicas en las doctrinas militares, junto con la renovación y expansión de los arsenales nucleares», lamentó la centenaria organización, que celebró no obstante el aumento de Estados parte del Tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares (73).
«La experiencia de Hiroshima y Nagasaki hace 80 años debería ser prueba suficiente de que las armas nucleares son demasiado peligrosas para que el mundo las conserve», concluyeron los responsables de Cruz Roja.
EFE