La ruptura definitiva terminó produciéndose en el oficialismo de Bolivia. El partido del expresidente Evo Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS) le retiró su apoyo al gobierno del presidente Luis Arce.
El vicepresidente del MAS, Gerardo García, dijo que fue un error haber elegido a Arce como jefe de Estado. También acusó al primer mandatario de haberse “derechizado”.
¿Fue un error ponerlo en la Presidencia del país?, preguntaron los periodistas a García, a lo que respondió: “Yo creo que sí, porque … mire, estamos viendo las debilidades de su gobierno”.
El número dos del evismo calificó de «traidores» al presidente Arce y al vicepresidente David Choquehuanca, de quien además dijo que es “un resentido político”.
«Habíamos confiado por ser un buen economista, un buen administrador del país, pero nuestro presidente Luis Arce parece que ha nacido para ser mandado y no para mandar en el país”, añadió.
Los ataques del MAS contra el gobierno de Arce se producen luego de que el ministro de Medio Ambiente y Aguas, Juan Santos, fue detenido acusado de corrupción, por supuestos sobornos por unos 20 millones de bolivianos (unos 2,8 millones de dólares o 2,6 millones de euros) a empresas que se adjudicaron proyectos del ministerio.