El bielorruso Ales Bialiatski y las organizaciones defensoras de derechos humanos Memorial, de Rusia, y Center for Civil Liberties, de Ucrania, han sido galardonadas con el Premio Nobel de la Paz 2022, anunció este viernes el Comité Nobel noruego, con sede en Oslo.
«Los laureados del Premio de la Paz representan a la sociedad civil en sus países de origen. Han promovido durante muchos años el derecho a criticar el poder y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos. Han realizado un esfuerzo extraordinario para documentar los crímenes de guerra, los abusos de los derechos humanos y el abuso de poder. Juntos demuestran la importancia de la sociedad civil para la paz y la democracia», expresó el Comité.
Las autoridades gubernamentales de Bielorrusia han tratado reiteradamente de silenciar a Ales Bialiatski. Estuvo encarcelado de 2011 a 2014. Tras manifestaciones a gran escala contra el régimen en 2020, fue arrestado nuevamente. Sigue detenido sin juicio. «A pesar de las tremendas dificultades personales, Bialiatski no ha cedido ni un centímetro en su lucha por los derechos humanos y la democracia en Bielorrusia», destacó el Comité noruego.
Memorial, contra Putin
En el caso de Memorial, es una organización de derechos humanos fundada en 1987 por activistas de derechos humanos en la antigua Unión Soviética que querían asegurarse de que las víctimas de la opresión del régimen comunista nunca fueran olvidadas.
Después del colapso de la Unión Soviética, Memorial creció hasta convertirse en la organización de derechos humanos más grande de Rusia, que documenta información sobre la opresión política y las violaciones de los derechos humanos en este país.
Como parte del hostigamiento a Memorial por parte del régimen de Vladimir Putin, la organización fue catalogada desde el principio como un “agente extranjero”. En diciembre de 2021, las autoridades rusas decidieron liquidar por la fuerza a Memorial y cerrar definitivamente el centro de documentación.
Centro para las Libertades
El Centro para las Libertades Civiles se fundó en Kyiv en 2007 con el propósito de promover los derechos humanos y la democracia en Ucrania. El centro ha tomado una posición para fortalecer la sociedad civil ucraniana y presionar a las autoridades para hacer de Ucrania una democracia de pleno derecho. Para convertir a Ucrania en un estado gobernado por el estado de derecho, el Centro para las Libertades Civiles ha defendido activamente que Ucrania se afilie a la Corte Penal Internacional.
Después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, el Centro para las Libertades Civiles se ha comprometido a identificar y documentar los crímenes de guerra rusos contra la población civil ucraniana. En colaboración con socios internacionales, el centro está desempeñando un papel pionero con miras a hacer que los culpables rindan cuentas por sus crímenes.