El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, acusó este miércoles a la Unión Europea (UE) de estarle haciendo daño a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), después de que los líderes de ambos bloques condenaran la «guerra en Ucrania» en la declaración final de la cumbre celebrada en Bruselas.
«Hay un principio en estas reuniones y es que esos acuerdos se tienen que tomar por consenso, que si uno (un país) se opone, ya no pasa», dijo Ortega en un largo discurso con ocasión del 44 aniversario de la revolución que derrocó a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle en Nicaragua.
«¿Pero qué hicieron (en la cumbre)?. Hacen una conferencia de prensa donde comunican que salió el acuerdo y llegan a decir que Nicaragua no estuvo de acuerdo. Allí mismo no hay acuerdo. Esas son las normas», sostuvo.
A juicio de Ortega, no solamente se violaron los procedimientos, sino que «lo grave de esto es que la UE le está haciendo daño a la Celac» y «está metiendo la cizaña en la Celac».
Anunció que escribirá una carta al presidente de turno (pro tempore) de la Celac, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, exponiendo ese punto de vista, en el sentido que «la Celac no podía aceptar que hubo acuerdos».
Los líderes de la UE y la Celac condenaron el martes la «guerra en Ucrania» en la declaración final de la cumbre celebrada en Bruselas, sin el apoyo de Nicaragua.
«Esta declaración ha sido respaldada por el conjunto de los países, con la excepción de uno que no ha podido suscribirlo debido a un párrafo», declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la rueda de prensa posterior a la cumbre.
La condena de la guerra en Ucrania marcó las negociaciones durante toda la cumbre, ya que la UE insistió en censurarla, mientras que Nicaragua, Cuba y Venezuela se opusieron a ello.
A medida que fueron avanzando las negociaciones, La Habana y Caracas aceptaron una condena explícita a la invasión rusa de Ucrania y Nicaragua se quedó sola en su rechazo, tal como ya ha hecho en la Asamblea General de la ONU, votando en contra de las resoluciones.
Al respecto, Ortega explicó que en la cumbre se vetaron los tres puntos que Nicaragua propuso que fueran incluidos en la declaración final.
El primero que fue vetado era el de exigir a Estados Unidos no enviar bombas de racimo a Ucrania, que, según el Pentágono, ya fueron enviadas a ese país en apoyo a su ofensiva contra Rusia.
El segundo era exhortar a Estados Unidos a cumplir con una antigua indemnización superior a los 12.000 millones de dólares por los daños causados al financiar la guerra interna en el país centroamericano en la década de 1980, en base a una sentencia de la Corte Internacional de Justicia, de La Haya.
Y el tercero era uno en el que demandaban a Occidente cesar las sanciones contra Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Ortega se quejó que los europeos «la tienen contra Nicaragua y Venezuela», los que, a su juicio, «quieren salir de los gobiernos revolucionarios de América Latina».
EFE