Estados Unidos (EEUU) superó este miércoles la barrera de las 190.000 muertes al registrar 190.727 y llegó a la cifra de 6.358.247 casos confirmados de COVID-19, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del jueves) es de 33.205 contagios más que el martes y de 1.170 nuevas muertes. Pese a que Nueva York ya no es el estado con el mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos, con 33.105, más que en toda Francia o España.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.741 personas por la enfermedad, según el recuento del diario The New York Times. A Nueva York le siguen en número de fallecidos -de acuerdo con el mapa de Johns Hopkins- la vecina Nueva Jersey (16.131), Texas (14.011), California (13.978) y Florida (12.116). Otros estados con un gran número de muertos son Massachusetts (9.146), Illinois (8.433), Pensilvania (7.901) y Michigan (6.887).
En cuanto a contagios, California lidera la lista con 747.716, seguido de Texas con 677.609, mientras que el tercero es Florida con 652.148, y Nueva York cuarto con 474.206.
El balance provisional de fallecidos -190.727- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre Estados Unidos habrá superado los 258.000 fallecidos y para el 31 de diciembre los 400.000.
EFE