Estados Unidos anunció el viernes que impondrá una serie de sanciones contra Bielorrusia, tras el desvío de un vuelo de Ryanair el domingo y la detención de un opositor político en Minsk.
Además de las medidas ya anunciadas en las últimas semanas, la Casa Blanca dijo en un comunicado que elabora con la Unión Europea “una lista de sanciones selectivas contra miembros clave del régimen de (Alexander) Lukashenko”.
“El desvío forzoso por parte de Bielorrusia, con falsos pretextos, de un vuelo comercial de Ryanair que circulaba entre dos estados miembros de la Unión Europea” y el arresto del periodista Román Protasévich “constituyen un desafío directo a las normas internacionales”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Las sanciones económicas contra nueve empresas estatales bielorrusas, impuestas de nuevo en abril tras la represión de manifestantes prodemocracia, entrarán en vigor el 3 de junio.
Tras las disputadas elecciones de 2006, Washington prohibió todas las transacciones con estas empresas.
El Tesoro de Estados Unidos suspendió luego estas sanciones en 2015, acogiendo con satisfacción algunos avances, pero el gobierno estadounidense advirtió a fines de marzo que esta suspensión no podría renovarse en la próxima fecha límite.
La Casa Blanca también emitió una advertencia de “No viajar” a Bielorrusia para los ciudadanos estadounidenses y advirtió a los aviones de pasajeros estadounidenses que “tengan extrema precaución” si consideran volar sobre el espacio aéreo bielorruso.
Además confirmó que el Departamento de Justicia, incluido el FBI, está investigando el incidente en cooperación con sus homólogos europeos.
La UE, por su parte, está estudiando la posibilidad de sanciones contra Bielorrusia, que podrían apuntar a las exportaciones de potasa y al tránsito de gas ruso, dos importantes fuentes de ingresos para el país, dijo el jueves el diplomático europeo Josep Borrell.
Bruselas ha pedido a las aerolíneas evitar Bielorrusia.
Minsk sostiene que el avión fue desviado debido a una amenaza de bomba y que la detención de Protásevich y su novia, Sofía Sapega, fue azarosa.