El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, se pronunció este lunes en cadena nacional de radio y televisión, un día después del estallido de una ola de protestas en más de 60 ciudades y pueblos de la isla.
Como es costumbre, atribuyó a las sanciones internacionales la causa de los problemas de su gobierno, entre ellos la falta de combustible y las fallas eléctricas.
«Tenemos personas insatisfechas, con confusiones tal vez, con incomprensiones, con falta de información y con el deseo a manifestar una situación particular«, indicó.
Sin embargo, calificó como «delincuentes» a los manifestantes y aseguró que las protestas «no eran pacíficas», sino «vandálicas».
El mandatario aseguró que las fallas eléctricas y apagones que han afectado al país son consecuencia de la falta de repuestos por el supuesto «bloqueo».
«La persecución mantenida por la actual administración de EEUU ha provocado que no tengamos el financiamiento para poder cumplir los ciclos de mantenimiento, para poder reparar, para tener las piezas de repuestos y los insumos necesarios para que todo ese sistema tenga la vitalidad«, argumentó.
Apoyo de Maduro
Díaz-Canel informó que el dictador venezolano, Nicolás Maduro, se comunicó con él para respaldarlo.
«Una de las primeras llamadas de apoyo, de solidaridad, de comprensión fue precisamente la del hermano Nicolás Maduro», dijo.