El gobierno de Curazao instó a sus ciudadanos a no viajar a Venezuela «hasta nuevo aviso» debido al aumento de las tensiones en la región, relacionadas con el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe para combatir a grupos narcoterroristas, como el Cartel de los Soles.
El primer ministro de la isla, Gilmar Pik Pisas, aseguró que la presencia de los buques estadounidenses es una «medida preventiva y estratégica contra el narcotráfico», con la que Curazao coopera. El mandatario pidió a la población «mantenerse tranquila».
La recomendación del gobierno de Curazao se alinea con la postura del Reino de los Países Bajos, al cual pertenece la isla, que a mediados de julio ubicó a Venezuela en la lista de países de «código rojo», desaconsejando cualquier viaje.
La Cancillería neerlandesa advirtió que los extranjeros en Venezuela «corren el riesgo de ser arrestados sin una razón clara», una situación que se agravó tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Con información de Crónicas del Caribe