El expresidente ecuatoriano Rafael Correa acudirá al Sistema Interamericano de Justicia para apelar la condena por el caso Sobornos 2012-2016, la cual catalogó como “incongruente” y de haber sido juzgado por “jueces puestos a dedo”.
Asimismo, destacó que “hay un conflicto de intereses” y que esta situación lo único que buscaba era “impedirme participar en las elecciones e inscribir mi candidatura el 18 de septiembre”.
“Si hubiéramos tenido jueces honestos no se habrían prestado a apurar la casación. Una casación dura al menos un año. ¡Ha sido la casación más corta de la historia reciente de Ecuador!”, expresó Correa en una entrevista para EFE.
Cinco días después de que un Tribunal de Casación refrendara la sentencia de ocho años de prisión, y otros tanto de inhabilitación política, el exmandatario informó que reabrirá todo el caso para que se revisen todos los archivos de la acusación, ya que “no tengo nada que ver con sobornos”.
“Ahí podremos revisar las cosas de fondo y demostrar que nunca ha habido sobornos, que el presidente nunca ha tenido nada que ver, que los 6.000 dólares (que presentaron como prueba) fueron un préstamo depositado en un banco del Estado que venía de un fondo reconocido de la Presidencia”.
“Hay un conflicto terrible de intereses. Y yo he sido juzgado por jueces puestos a dedo, temporales”, añadió Correo.