Este martes 22 de diciembre por la mañana se dio a conocer que el día 8 de este mes, horas después de la tradicional celebración de velitas en el país, el gobierno colombiano expulsó de su territorio dos supuestos espías rusos, que se habrían camuflado en la delegación diplomática.
Por Infobae
Fuentes oficiales informaron a la revista Semana que, el 7 de diciembre, la Cancillería citó a una reunión al embajador de Rusia en Colombia, Serguey Koshkin, en la cual se le solicitó verbalmente la salida de dos de sus funcionarios. De haberse negado, ambos habrían perdido su inmunidad diplomática y podido ser procesados en el país por espionaje.
Uno de los expulsados es Aleksandr Nikolayevich Belousov, acreditado en Colombia el 1 de noviembre de 2017, quien hacía parte del Servicio de Inteligencia Militar de Rusia (GRU), y el otro fue identificado como Aleksandr Paristov, integrante del Servicio de Inteligencia Extranjera (SVR) de ese país, quien ingresó a Colombia el 17 de enero de 2019.
Belousov nació el 29 de enero de 1981 y Paristov el 2 de enero de 1989, ambos tenían cargos de tercer secretario de la Embajada rusa. Los dos hombres salieron del país, uno de ellos con su familia, en un vuelo Bogotá-Ámsterdam-Moscú, de acuerdo con la información recopilada por Semana.
La Dirección Nacional de Inteligencia Colombiana fue la que hizo el llamado de la alerta sobre los ciudadanos rusos, luego de más de dos años de seguimiento a sus movimientos, a través de lo que se conoció como Operación Enigma, adelantada por agentes encubiertos de las fuerzas de seguridad colombianas.
De acuerdo con las autoridades nacionales, los supuestos diplomáticos buscaban obtener información de inteligencia militar, tecnología y sobre infraestructura, especialmente en lo relacionado con el sector energético del país, para lo cual , según organismos de inteligencia colombianos, pagaban altas sumas de dinero a ciudadanos nacionales.
Además, según la información dada a conocer por el portal de Semana, los supuestos espías se hacían pasar por diplomáticos, pero sus constantes desplazamientos, por lugares poco comunes, por barrios populares de Bogotá y en diferentes vehículos y con cambios de ropa, llamaron la atención de las autoridades. En ese sentido,la inteligencia colombiana decidió infiltrarlos para obtener los indicios suficientes para pedir la salida del país, para lo cual se realizaron centenares de horas de grabación de todos los movimientos de los supuestos espías en territorio colombiano.
La llamada Operación Enigma habría comenzado hace dos años, cuando las entidades de inteligencia colombianas fueron alertadas por la llegada masiva de técnicos rusos expertos en helicópteros MI, como los que usan varias unidades de la fuerza pública en el país; adicionalmente, llamó la atención de las autoridades, el tamaño de la delegación rusa en Bogotá, que llegó a tener alrededor de 44 funcionarios, un número similar, según cita Semana, a los que trabajan en la embajada rusa en el Reino Unido, demasiados, concluyeron los organismos de seguridad, para el nivel de negocios que maneja la representación diplomática en Colombia.
Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia, reconoció la expulsión de los ciudadanos extranjeros. “En efecto, el pasado 8 de diciembre abandonaron territorio nacional dos extranjeros de nacionalidad rusa que servían a la embajada de ese país en nuestro territorio, las razones que motivaron este abandono son ajenas a Migración Colombia y competen a razones de Estado a las cuales prefiero no referirme”, sostuvo el funcionario, según la revista Semana.