El canciller de Brasil, Mauro Vieira, deseó este jueves que las próximas elecciones en Venezuela sean «justas, transparentes, abiertas y aceptadas por todos», pero aclaró que su país no puede «interferir» en la situación de la opositora María Corina Machado.
Vieira compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y reiteró que, desde la óptica brasileña, las elecciones del próximo 28 de julio deberán ser «un paso fundamental para encaminar el proceso político» en Venezuela.
Subrayó que Brasil ha participado «intensamente» en la búsqueda de un diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición, pero señaló que su país no puede «interferir» en las cuestiones «internas», entre las que ubicó la inhabilitación que pesa sobre Machado.
La líder opositora fue elegida candidata presidencial con más del 90 % de los votos en elecciones primarias y aparece como favorita en muchas encuestas, sin embargo, el año pasado la Contraloría General le aplicó unas polémicas sanciones administrativas que le impiden aspirar a cargos electivos hasta 2036.
El canciller dijo que el Gobierno brasileño «tomó conocimiento» de esa situación, pero subrayó que «es una cuestión en la que no puede ni debe interferir», pues se trata de asuntos «internos» de Venezuela.
«Esperamos que pueda haber entendimientos y participamos de forma intensa en diversas iniciativas de diálogo», explicó el ministro de Exteriores, quien citó como ejemplo el apoyo de Brasil a los acuerdos que el Ejecutivo venezolano y la oposición alcanzaron en 2023 en Barbados y que, según Machado, han sido incumplidos por Maduro.
Vieira sostuvo que en esa cita caribeña «hubo unos importantes acuerdos, por escrito», y aseguró que ahora «lo importante es mantener una interlocución y un diálogo constante» para garantizar la transparencia de los comicios.
También señaló que muchas de las negociaciones «no siempre son públicas, porque la diplomacia tiene sus tiempos y sus formas», pero garantizó que «hay una serie de iniciativas en curso» volcadas a que las elecciones sean «justas, transparentes, abiertas y aceptadas por todos».
Con información de EFE